miércoles, 31 de octubre de 2007

Juventud, la destinada a cambiar el qué hacer de los partidos políticos

GUATEMALA - La participación en política partidaria es quizás la lucha peor vista dentro del movimiento de izquierda. Hay quienes afirman que no es la vía para alcanzar las transformaciones sociales. Sin embargo, la nueva coyuntura política en el Suramérica, con gobiernos como los de Venezuela, Bolivia y Ecuador, empujan a no descartar este método. De modo que, aunque para muchos es desagradable, es preciso que la juventud tenga claridad de cuáles sobre hacia dónde debe encaminar su lucha. Por tanto se hace necesario hacer una revisión de nuestra historia colectiva.

Juventud, heredera de la resistencia milenaria. Se dice que no podemos entender nuestro presente si no conocemos el pasado. Por esta razón, debe estar permanentemente en la memoria los hechos históricos que marcaron el rumbo de la historia de Mesoamérica y de Guatemala.

- La resistencia indígena en tiempos de la colonización: Cuando llegaron los españoles a Nuestra América, esta era habitada por pueblos indígenas. En la historia de Guatemala se conoce que los primeros pobladores pertenecían a diferentes culturas mayas: Kaqchiqueles, Chortís, Kichés, Q’eqchí’es, etc. Dichos grupos dieron las primeras batallas contra los colonizadores españoles que invadieron este territorio para imponer su dominio y su cultura.

- La revolución de octubre del 44: El 20 de octubre de 1944, en Guatemala se consumó una gesta popular revolucionaria, en la que grupos de jóvenes civiles y militares dieron de baja a un presidente militar que pretendía continuar con una serie de dictaduras, que tenían sumida a toda la población; principalmente, la población indígena, a la que no se le reconocían sus derechos fundamentales. Ni siquiera se reconocía su condición de ser humano. Aún persistían las prácticas esclavistas hacía los indígenas. Con el triunfo de esta revolución, se eligió democráticamente al primer presidente revolucionario, Juan José Arévalo. En este período se impulsaron cambios trascendentales como la reforma agraria, en la cual las tierras ociosas fueron entregadas a la población campesina y tanto las mujeres como los indígenas pudieron ejercer su derecho al voto, el cual les había sido siempre negado.

En esta etapa, Guatemala cobró protagonismo a nivel mundial. Las agresiones sufridas para destruir el proceso revolucionario, dirigidas por los EEUU, llegaron hasta el seno del Consejo de Seguridad de la ONU. Por ser no alineados al imperio norteamericano, se temía que se instaurara el comunismo en Guatemala. Esto por que la Unión Soviética protagonizaba la polarización mundial de aquel entonces. Más que comunismo, el ideal era nacionalista, se quería instaurar un capitalismo moderno. Pero la reforma agraria y la nacionalización de tierras ociosas, incluidas las de la United Fruit Company, empresa norteamericana, tocaron fuertes intereses de sectores poderosos que se aliaron para dar por terminado este proceso.

- La contrarrevolución. En 1954, un grupo de militares, financiados por la CIA y EEUU, dio un golpe de Estado al segundo presidente de la etapa revolucionaria, Jacobo Arbenz Guzmán. Con esto se retrocedió al mismo sistema que imperaba. Las tierras que estaban en manos de campesinos volvieron a ser tierras ociosas en manos de los terratenientes.

- Inicio de la Guerra Popular Revolucionaria. En 1960, un grupo de rebeldes encabezados por el coronel Augusto Turcios Lima, y otros jóvenes revolucionarios se agrupan por primera vez y realizan los primeros combates. Estas acciones dieron comienzo a un conflicto armado que duró 36 años. Durante este período, la resistencia indígena tuvo un predominio especial. Fue la población que más se organizó y apoyó las luchas revolucionarias. Al mismo tiempo fue la que más padeció las secuelas de la guerra. Se sabe que el 90% de la población víctima de guerra fueron indígenas.

- Nace URNG: En 1982 las cuatro organizaciones revolucionarias, Organización del Pueblo en Armas (ORPA), Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), y Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), se unen y conforman la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Esta organización se constituye por la necesidad de unificar las cuatro agrupaciones revolucionarias y fortalecer su estrategia para derrotar al Ejército de Guatemala.

- La firma de la paz: En 1996 finaliza el conflicto armado con la firma de los Acuerdos de Paz, que más que ser un convenio de cese al fuego, se constituyó como un ambicioso proyecto de nación. Este tuvo un importante nivel de consenso en distintos sectores –incluso participó la oligarquía nacional- e impulsaba cambios estructurales en áreas políticas, culturales, sociales, fiscales, etc.

- URNG se convierte en partido político. En 1994, aunque aun se mantenía en la ilegalidad, URNG coordinó con otros sectores populares y participó en el primer proceso electoral. Fue hasta en 1997 cuando URNG se inscribe como partido político y en 1999 va a las elecciones en coalición, formando la Alianza Nueva Nación. Se convirtió en la tercera fuerza política del país. Posteriormente URNG sufre una escisión y ANN se inscribe como partido independiente de URNG.

- Nace la juventud partidaria. Como era un requisito de la Ley Electoral y de partidos políticos, se establece una comisión de juventud que tenía como responsable a un viejo comandante. En 2001 la juventud militante en URNG, toma las riendas, se organiza y realiza su primer encuentro nacional. Este grupo fue creado en sus inicios por jóvenes combatientes, universitarias/os, así como integrantes de H.I.J.O.S., una organización de familiares de desaparecidas y desaparecidos.

No sólo somos jóvenes rebeldes. Somos de izquierda. En síntesis, puede decirse que URNG es un proyecto que hereda la lucha y resistencia de los pueblos indígenas, así como el proyecto de la revolución que iniciaron los presidente Arévalo y Arbenz en 1944.

Al mismo tiempo, URNG asume una posición ideológica acorde a las transformaciones que en el Siglo XIX revolucionaron la historia de Europa; bajo las teorías de Karl Marx, seguidas de otros políticos, pensadores y luchadores como Engels y Lenin.

Hoy en día también la nueva juventud revolucionaria reivindica el espíritu integracionista de Simón Bolívar y José Martí. Levantan las banderas de lucha revolucionaria que comenzaron Fidel Castro y El Ché, en Cuba.

Además, la Juventud de URNG, es una organización que rescata todo este cúmulo histórico e ideológico del partido nacido de la lucha armada, y lo ajusta a la dinámica y al lenguaje de los jóvenes.

La música, el teatro, la pintura y también la comunicación por la vía de los recursos tecnológicos, son las herramientas de lucha en la actualidad. Con estos medios se busca incidir a favor de las necesidades más sentidas de las y los jóvenes guatemaltecos.

Nuestra obligación es que por medio de la política partidista, la juventud guatemalteca tenga más oportunidades a la educación, al trabajo digno, a la cultura y recreación. Las opiniones jóvenes, muchas veces son vistas con menosprecio por aquellos que son conservadores y tienen una visión poco crítica y de resistencia al cambio. Por ellos, asumimos la lucha para defender las ideas y propuestas de cambio emanadas de los jóvenes, incluso a lo interno del partido.

En el marco de la lucha electoral, URNG está trabajando por constituir una alianza con el movimiento social. Reconociendo que existe una diversidad de formas de luchas, nos estamos uniendo para enfrentar la batalla electoral y desplazar a los sectores oligárquicos que actualmente tienen el poder económico y político.

En función de esta coyuntura, como Juventud de URNG apoyamos los esfuerzos de alianzas sociales, y buscamos construir una plataforma política de juventud en unidad con los sectores estudiantiles, y otros grupos de jóvenes.

Sin embargo, el quehacer de la juventud no solamente es reivindicar la problemática de las y los jóvenes de Guatemala. No consideramos lo más apropiado construir espacios de participación de y para jóvenes y que nos encerremos solo en la realidad de nuestro sector.

Más bien, tratamos de que los jóvenes seamos los que ocupemos todos los espacios que existen para discutir la problemática en general y las estrategias de lucha dentro del partido.
Hemos estado impulsando, a lo interno de URNG que se establezcan cuotas de participación de jóvenes, de modo que haya un mínimo de jóvenes en todos los espacios de dirección y en los cargos de elección popular.

Cabe mencionar que como Juventud de URNG mantenemos una relación con las juventudes de izquierda de Centroamérica de los partidos, UD en Honduras, FMLN, en El Salvador y FSLN en Nicaragua.

De manera que esta es la historia y este es el pensamiento y la lucha que rodea a la Juventud de URNG. Consideramos necesario compartir toda nuestra experiencia y nuestra historia como una forma de reflexionar sobre la participación de los jóvenes en los partidos políticos.

Juventud de Mesoamérica, unámonos! Con los antecedentes históricos expuestos, y tomando el contexto en el que vivimos actualmente los jóvenes de Mesoamérica, cabe hacernos la pregunta ¿cuántos jóvenes conocemos nuestra historia, y la asumimos realmente como propia?.

Este es un punto de partida para analizar el papel que los jóvenes juegan hoy en la vida política de los pueblos.

Aunque es difícil caracterizar a un joven hoy en día, podríamos mencionar que en una gran cantidad de jóvenes impera el desinterés por cambiar el sistema. Más bien, hay una tendencia a ajustarse a éste. Lo anterior, entra en choque con las palabras del guerrillero heroico, Ernesto “Che” Guevara: “ser joven y no ser rebelde, es una contradicción ideológica”.

Y en efecto, los jóvenes tenemos un espíritu rebelde que nos es inmanente. Lo que sucede hoy en día es que el sistema neoliberal busca que los sectores poderosos mantengan un dominio en toda la población. Por esta razón, nos inyecta temor y nos lanza un bombardeo de información que termina por cercar nuestros ideales y los limita al deseo de consumo.

De manera pues, que a los jóvenes nos corresponde hacernos la pregunta ¿es lo mejor seguir sentados esperando a que el mundo cambie o que siga igual? ¿en verdad pienso que yo no puedo hacer nada por construir una sociedad más justa?

Si la respuesta es NO, entonces debemos empezar ahora mismo a buscar las transformaciones sociales.

Y en este sentido, tomemos en cuenta que la lucha a través de un partido político es fundamental. La razón es que actualmente, el partido político es el instrumento con el cual se accede al poder político. Pero también tomemos en cuenta que no es el único poder que existe. Tenemos que construir un poder social y un poder económico. Un poder económico no para explotar a otros sino para librarnos de los explotadores. Construir un poder mediático también es sumamente importante hoy en día. Ya no debemos permitir que los medios nos sigan vendiendo basura. Debemos construir nuevos espacios de comunicación.

Y no olvidemos que esto debemos hacerlo juntos y organizados. Así que: ¡Viva la Unidad Mesoamericana!

Autor: Juan Pablo Ozaeta, periodista y dirigente de la Juventud de URNG

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